Celebrar es vivir, pero cuidado, si te anclas el vencedor deja de existir
Es tu actitud lo que muestra al mundo quien eres tu. Muestra alegría, gratitud y permite a otros criticarte. Es actitud positiva, que este estilo de vida, sea tu estandarte.
Triunfos y fracasos estimulan tus emociones y estas se convierten en sentimientos, pensamientos y sensaciones. Todos afectan tu actitud. No des espacio a la tristeza, mantente alegre, brillando y en positivo a otros motivando.
Disciplina va más allá que la práctica frecuente de rutinas
Ser disciplinado no es completar a diario las mismas rutinas. En realidad es poder detenerte, respirar y contigo mismo conversar, contemplarte y de creencias y rutinas limitantes, deslastrarte.
Esa práctica nos da la oportunidad de mostrar gallardía para soportar el dolor que implica deslastrarnos de los hábitos, creencias, sentimientos y preferencias, que nos impiden avanzar.
Un vencedor agradece, disfruta y celebra cada reto. Cada experiencia estimula sensaciones, pensamientos y sentimientos. De ellos aprende, se reinventa y con disciplina, perseverancia y resiliencia, se activa y reintenta.
Un vencedor se hace disciplinado en la práctica de introspección. Es el momento en el cual se detiene, respira, logra calma y morando en ella, conversa, se contempla a sí mismo y toma la decisión de practicar desapego para reinventar y mejorar lo que muestra su ego.
Agradece, disfruta y aprende de cada uno de tus logros. Celebra, ríe y afirma » Soy un vencedor, con disciplina y esfuerzo continúo hacia adelante, no doy excusas, soy el mejor»
¡Celebra la Vida, ríe y deja reir!
Un mes lleno de disciplina te lleva más lejos que un año lleno de escusas.
Autor: Freddy Villavicencio