Un mes lleno de disciplina te lleva más lejos que un año lleno de escusas.

Celebrar es vivir, pero cuidado, si te anclas el vencedor deja de existir

Es tu actitud lo que muestra al mundo quien eres tu. Muestra alegría, gratitud y permite a otros criticarte. Es actitud positiva, que este estilo de vida, sea tu estandarte.

Triunfos y fracasos estimulan tus emociones y estas se convierten en sentimientos, pensamientos y sensaciones. Todos afectan tu actitud. No des espacio a la tristeza, mantente alegre, brillando y en positivo a otros motivando.

Disciplina va más allá que la práctica frecuente de rutinas

Ser disciplinado no es completar a diario las mismas rutinas. En realidad es poder detenerte, respirar y contigo mismo conversar, contemplarte y de creencias y rutinas limitantes, deslastrarte.

Esa práctica nos da la oportunidad de mostrar gallardía para soportar el dolor que implica deslastrarnos de los hábitos, creencias, sentimientos y preferencias, que nos impiden avanzar.

Un vencedor agradece, disfruta y celebra cada reto. Cada experiencia estimula sensaciones, pensamientos y sentimientos. De ellos aprende, se reinventa y con disciplina, perseverancia y resiliencia, se activa y reintenta.

Un vencedor se hace disciplinado en la práctica de introspección. Es el momento en el cual se detiene, respira, logra calma y morando en ella, conversa, se contempla a sí mismo y toma la decisión de practicar desapego para reinventar y mejorar lo que muestra su ego.

Agradece, disfruta y aprende de cada uno de tus logros. Celebra, ríe y afirma » Soy un vencedor, con disciplina y esfuerzo continúo hacia adelante, no doy excusas, soy el mejor»

¡Celebra la Vida, ríe y deja reir!

Un mes lleno de disciplina te lleva más lejos que un año lleno de escusas.

Autor: Freddy Villavicencio